24/6/15

¿Por qué no hay "colonia gay" en San Salvador?

Muchos salvadoreños en algún momento nos hemos quejado de nuestra propia realidad, nos hemos prounciado apáticamente hacia lo que nos rodea haciendo constantes comparaciones a lo que ocurre en otros países, frases como: "en este país no hay", "en este país no hay gente que sepa", "en este país, en este país, etc, etc". Todo parece una escenario pesimista en la que la mayoría se pronuncia, he oído a muchos amigos homosexuales quejarse de que en nuestro país no hay "buenos lugares" o "un lugar para nosotros" sin al menos tratar de entender nuestra realidad.


Este domingo 28 de junio se celebra en el mundo el Día del Orgullo Gay y El Salvador no es la excepción. Según la más reciente encuesta del Pew Research Center, el 70% de salvadoreños encuestados considera la homosexualidad algo inaceptable siendo el país latinoamericano más intolerante al tema y aun así pretendemos, compararnos con realidades muy alejadas a la nuestra como Estados Unidos en donde el 37% no acepta la homosexualidad o España en donde a penas el 6% no la acepta. Por este motivo mi aporte al Orgullo Gay 2015, más que un mensaje de optimismo o de invitación a la comunidad LGBTI, es una reflexión, breves históricos y una buena dósis autocrítica sobre nuestras acciones como habitantes ciudadanos, como trabajadores, como comerciantes, como inversionistas, pero sobre todo como grupo minoritario inmerso en un entorno de intolerancia y altos índices de violencia.

Existen escenarios en el mundo donde se han desarrollado grandes hechos en torno a la comunidad LGBTI, a veces estos grupos se han concentrado en una especie de núcleros urbanos que con el tiempo han tomado características similares, razón por la que escuchamos términos como “capital gay”, “barrio gay”, “villa gay” o “calle gay”; la verdad que urbanísticamente hablando estos sitios no pueden considerarse como tales, la pregunta es ¿Por qué no hay "colonia gay" en San Salvador"?


Notas:
  • La imagen de esta entrada es una fotografía de la antigua colonia Bloom en San Salvador, pertenece a Arturo Treminio (2008) y ha sido intervenida por el autor de este blog para ilustrar este escrito.
  • La colonia Bloom ha sido reconocida por arquitectos e historiadores como un ícono de la ciudad, debido a su lenguaje historicista "necolonial" y porque fueron edificadas para los médicos del antiguo hospital Bloom situado a unas cuantas cuadras (bloques). En la actualidad hay intentos por restuaurar estas casas y crear un sitio de desarrollo cultural, aunque algunas ya fueron demolidas.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo opino que no debe existir una colonia gay o una colonia homosexual, porque si no tendría que haber colonia heterosexual, los seres humanos somos iguales ante Dios y ante la ley, no tenemos porqué separarlos, como si separáramos los arquitectos de las arquitectas.

Anónimo dijo...

excelente respuesta, crear una colonia gay u homosexual no arregla ningun problema, es repetir lo mismo que hicieron con la poblacion LGBTI, es hacer mas grande el problema