Cuando los jóvenes estudiantes de arquitectura se les pregunta el motivo por el que decidieron estudiar esta carrera, es común que la respuesta sea el dibujo, y la verdad es que por años se ha creído que la arquitectura y el dibujo son casi la misma cosa en términos académicos. El dibujo arquitectónico es básicamente una herramienta de comunicación gráfica por medio de la cual se transmite información del hecho arquitectónico. El dibujo de la arquitectura se ha realizado por años desde el momento en que se hizo necesario plasmar una idea para que fuese entendida por todos los involucrados en una obra. Desde los niveles básicos de bocetería hasta el dibujo del detalle arquitectónico y constructivo representa una serie de etapas que hacen posible todo un proceso de gestión que culmina en la terminación de una obra de arquitectura.
La tecnología ha sido bondadosa al permitir al arquitecto modelar los edificios a través de sistemas digitales 3D y por lo tanto aquella capacidad de visión espacial e imaginación ahora se ve entrenada mediante estos sistemas, prácticamente no existe razón por la cual no se comprenda el espacio mismo. También el dibujo técnico se ha visto beneficiado al permitir la producción de planos constructivos a través de programas de dibujo, la precisión exacta de los sistemas CAD han quitado un dolor de cabeza en los dibujantes que hace unos años pasaban semanas con el rapidograph pasando en limpio los bocetos y "garabatos" de los arquitectos, aun me cuesta entender cómo podían hacer algo así.
La enseñanza del dibujo arquitectónico de antaño era necesariamente precisa, se tenía que concentrar fuerzas y mente en la exactitud del trazo y del uso de instrumentos como la escuadra y la regla T, se utilizaban mesas especiales con superficies suaves de charol para hacer posible la creación de estos planos que pretendían comunicar los proyectos arquitectónicos concebidos a partir del boceto y no era para menos, se trataba de hacer a mano lo que ahora se puede hacer digitalmente, con mejor calidad y en menor tiempo.
Luego de casi un año de haber impartido la cátedra de dibujo arquitectónico vuelvo a caer en la cuenta de que la tecnología es un arma de doble filo al hacer creer a muchos que hace el trabajo del ser humano, volveré a insistir en que el ente pensante es el ser humano y aunque la tecnología facilite nuestro trabajo si nuestra mente no se agiliza terminaremos por sucumbir entre la mediocridad que puede llevar el mal uso de la tecnología.
Atrás quedó la idea de enseñar a "trazar" con precisión en el dibujo arquitectónico, hoy en día la concentración de la cátedra debe ir enfocada en enseñar a pensar, en escudriñar las razones por las que se elabora un trazo, a conocer los fines que tiene la representación gráfica de un proyecto; de lo que se trata es de conocer los criterios que se deben aplicar para leer, interpretar, representar y comunicar la arquitectura haciendo uso de cualquier herramienta, sea la mano o las que la tecnología del futuro ponga en el camino del arquitecto.
Nota: Las imágenes de esta entrada no pertenecen al autor de este blog.
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