Muy bien han hecho nuestros periodistas en llamar "cárcavas" al conjunto de deslizamientos de tierra que parecen estar de moda en la prensa local, en efecto la primera y la segunda acepción de esta palabra (*) define cárcava como una "hoya, zanja o foso grande que suelen hacer las avenidas de agua", en efecto ha sido el agua la causante de estos desastres, pero también la tercera acepción (*) define cárcava como un "hoyo en la tierra para enterrar un cadáver" y tal parece que se trata de cadáveres humanos, arquitectónicos y peor aún históricos.
En 1995 El órgano ejecutivo aprobó el "Reglamento a la Ley de Ordenamiento y Desarrollo Territorial de Área Metropolitana de San Salvador" enmarcado dentro de la Ley que lleva su mismo nombre, el reglamento consta de varios artículos que describen: procedimientos, requerimientos técnicos, estándares de diseño y la clasificación local en cuanto a uso de suelo, jerarquías viales y tipologías urbanísticas y arquitectónicas; el reglamento surgió luego de firmados los acuerdos de paz dentro de un esquema positivo de crecimiento político, social y económico, que presentaba las condiciones más favorables para implementar un parámetro de ordenamiento del territorio que jamás se había hecho en el país; pero lo más importante (para el caso) es que dicho reglamento contempla los aspectos técnicos y tramitológicos en cuanto a la aprobación de urbanizaciones y uso de los suelos del territorio, esto incluye absolutamente todos los rincones del país, con las condiciones geológicas que sean. Los proyectos de parcelación y/o construcción son aprobados por entidades del gobierno central y gobierno local, quienes son las encargadas de asegurar el cumplimiento de la ley en los procesos de desarrollo urbano.
Los desarrolladores de proyectos son los responsables de "crear" estas urbanizaciones y/o construcciones, las cuales deben cumplir las condiciones mínimas de seguridad, funcionalidad y salubridad que exige la ley (ni nos atrevamos a pedir condiciones estéticas mínimas), por lo tanto son los responsables de las obras de infraestructura que se realizan en este tipo de proyectos. En magnitudes de este tipo en donde intervienen diferentes campos profesionales no es un secreto que un estudio básico de suelos revele condiciones no favorables para la construcción, sin embargo para la ingeniería existen varias soluciones de restitución, corrección, manejo o mitigación de los riesgos que implica la infraestructura en suelos inestables, éstas pueden ir desde la colocación de piedra hasta el radical cambio de material en el suelo. En la ingeniería existen formas de resolver estas condiciones sin embargo cada solución requiere de un costo y eso significa que el asunto se trata más bien de un problema de las finanzas.
En la elaboración de proyectos inmobiliarios de carácter comercial, tales como: centros comerciales, centros corporativos de oficinas, centros de servicios profesionales, hoteles, hostales, etc. El modelo financiero diluye los costos del proyecto en un período, estos incluyen el costo de la obra, el gasto de operación durante en dicho período y los intereses cobrados por las instituciones financieras; así los costos son distribuidos entre los diversos arrendatarios, clientes, usuarios de los proyectos y eso asegura el pago del mismo en un período de "x" años. Esto significa que, de existir costos adicionales en una obra de construcción, lo que se hace es extender el período de pago, obteniendo las ganancias netas del proyecto en un mayor tiempo... Fácil. Pero en la elaboración de proyectos inmobiliarios de carácter habitacional, tales como: edificios de apartamentos, casas, casas de campo, casas de playa, etc. El tener costos adicionales como los necesarios para reducir VERDADERAMENTE los riesgos de una obra, implica un aumento directo en el precio de una unidad habitacional, lo cual en un proyecto de interés social es absolutamente absurdo, pero si se reflexiona todo lo dicho anteriormente, es aún más absurdo pretender construir RESPONSABLEMENTE viviendas de interés social en un suelo con malas condiciones para la construcción de obras y esto por el simple hecho de que no son viables en términos financieros.
Es una verdadera irresponsabilidad pretender desarrollar proyectos que técnica y financieramente no son viables, pero es un verdadero crimen omitir las obras de infraestructura necesarias para la seguridad de los usuarios con el fin de obtener la máxima utilidad, para luego de que ocurran desastres como los de Agatha y Alex resulte que "Papá Gobierno" (nuestros impuestos) tiene que cargar con el costo de estas irresponsabilidades.
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