A veces no se si el desesperado soy yo... Estando consciente de que una de mis cualidades no es la inteligencia emocional, veo en las noticias una serie de propuestas ridículas que probablemente por "novedosas" o "atrevidas" para el contexto en que estamos, definitivamente hacen eco en varios sectores de la sociedad civil; desde instituciones aún importantes como las iglesias cristianas hasta agrupaciones sociales de corte liberal exponen sus puntos de vista respecto a estas medidas que el Estado está lanzando para palear diversos problemas que hemos heredado de los últimos años.
Tenemos el problema de habernos estancado durante una década completa en los años 80, período en que la comunicación con otras culturas quedó casi bloqueada, excepto por la transferencia cultural de los salvadoreños que emigraron a Estados Unidos, no es raro tener entonces una alta influencia norteamericana en todas las expresiones artísticas y culturales nacionales. Luego de la firma de los acuerdos de paz, esta comunicación se hizo aún mas estrecha pues había en la década de los 90 una afluencia mayor de inmigrantes y mucho más importación de productos alimenticios, bienes materiales y el inicio para nuestro País de la era de la información, a partir de ese momento la comunicación de ideas a nivel mundial han estado ejerciendo influencia en nuestra cultura desde todo punto de vista sin embargo, es indudable que nuestra sociedad no fue preparada para manejar esta situación.
Es así como vivimos un momento histórico crítico que desde el punto de vista económico no pinta las mejores condiciones para ninguno de los estratos en que se distribuye la población productiva, en el ámbito social no existe una verdadera moral evolucionada ya que no hay una educación que responda coherentemente a la realidad que vivimos y por lo tanto muchos de los problemas y contradicciones (que son lógicas en cualquier sociedad) no llegan a resolverse dentro del proceso dialéctico que llevaría a una cultura de provecho y bien común.
Es hasta cierto punto comprensible que desde las nuevas esferas políticas formadas a partir del triunfo de la izquierda, aparezcan propuestas derivadas de una desesperación por tomar acción ante los problemas que se viven en la actualidad, aparentemente todo mundo quiere proponer algo que llegue a algo para hacer algo aunque al final no se logre nada más que hacerse notar, tal cual competencia política.
Me causa gracia ya que, si hay algo de lo que me jacto, es mi falta de inteligencia emocional que hasta siento que he contagiado al Estado con este mal que, sin pensar mucho las cosas, nos hace actuar de la manera más estúpida, espontánea, a veces incoherente pero que a veces da resultado... (solo a veces). Si lo pensamos bien, eso de la lectura de la biblia o prohibir las cachiporristas no son soluciones reales a los problemas sociales del pais.
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