Comenzaba a las 8:00 a.m. pero si no estábamos todos no se podía empezar, "esperemos" decía Héctor LaSala, un arquitecto de 64 años nacido en Sonsonate, El Salvador que a los 16 años se mudó a los Estados Unidos en donde ahora funge como profesor de arquitectura de la School of Architecture and Design (SOAD) en la Universidad de Louisiana en Lafayette, dice haber tenido siempre la idea de regresar al país y trabajar, por lo que ahora, tras el ofrecimiento de su primo Mauricio Arrieta, devuelve sus conocimientos impartiendo este taller de metodología de diseño que rompe los lineamientos tradicionales de la enseñanza de la arquitectura.
Una idea de proyecto con una hoja de papel
Antes de "diseñar" hace necesaria una reflexión acerca de lo que se hace en el mundo con la arquitectura, para lo cual Héctor no se refiere a espacios independientes sino al concepto de ciudad, de interacción humana y de cultura. La ciudad es para la cultura y viceversa -según él- por lo que hay que evaluar cómo está la ciudad para saber si estamos en el camino correcto o no lo estamos. Claramente pudimos ver la diferencia entre ciudades como Washington, Nueva York, París, Buenos Aires, entre muchas otras. Héctor es optimista y dice ver buenas señales en San Salvador, al tiempo que muestra en diapositivas estas señales y luego de tres horas de mucha reflexión dice:
"Vamos a diseñar un Memorial de La Historia y La Cultura de El Salvador, así que en tres minutos van a hacer este memorial con una hoja de papel, pueden estrujarla, recortarla, romperla, lo que quieran con ella".
Es precisamente esa expresión de incertidumbre y duda la que causa gracia, eramos todos profesores y eramos de diferentes disciplinas de la facultad: arquitectos, diseñadores de interiores, diseñadores gráficos, diseñadores de producto y hasta psicólogos; todos bajo diferentes perspectivas pero expectantes ante una nueva postura frente al diseño y así cada uno produjo un primer "gesto" de su propia interpretación de la historia y cultura salvadoreñas a través de una hoja de papel. Es en este momento en el que la escencia del concepto se encuentra en su máxima expresión.
Maqueta de estudio con exploración de materiales
Posteriormente todos expusimos estas esencias con la idea de aprender del criterio personal de cada uno y así abonar en la siguiente etapa en la que exploramos con materiales, la idea era hacer muchas maquetas a partir del primer gesto pero ahora utilizando cualquier material que tuviéramos a la mano: cartón, alambre, tela, madera, pasta, hilo, poliestireno, lo que la imaginación permitiera pero sin utilizar pegamento. Al colocar todas las maquetas y realizar crítica, de lo que se trataba era de encontrar en cuál o cuáles de estas se encuentra plasmada la esencia del concepto del primer gesto, para trabajar sobre esta la parte funcional.
"Hay que diagramar y luego hacer una red, si lográs diagramar tu maqueta entonces vas a poder realizar tu proyecto".
Héctor nos hizo dibujar a todos los profesores, de todas las disciplinas -incluyendo psicólogos- bajo la premisa de que diagramar era una manera de dominar el espacio, de manejarlo, de proporcionarlo y de realizarlo. A partir del dibujo hay una estructuración de la forma, hay una geometría y hay un pensamiento creativo lógico en el desarrollo del memorial, en este momento sabíamos de que había un terreno, sabíamos un poco del entorno y sabíamos que había que lidiar con estas condiciones. En esta etapa podíamos diagramar a mano o quien lo deseara podía hacerlo con modeladores tridimensionales. La diagramación daría pie al desarrollo ergonométrico del proyecto y por ende lo dota de carácter habitable, lo vuelve útil.
Vista norponiente
Vista surponiente
A partir de esta experiencia, se puede concluir que los arquitectos del futuro ya no se pueden educar con las herramientas tradicionales y mucho menos con los mismos lineamientos de hace 30 años. La tecnología de hoy permite la construcción de formas que antes se consideraban impensables y la eterna pregunta de los estudiantes de arquitectura sobre si se puede o no construir algo, debe quedar limitada a conocer cómo se puede hacer pero jamás limitar la creatividad. Por el momento, no se trata de cambiar rotundamente la enseñanza de la arquitectura pero si de buscar la forma en que puede introducirse esta metodología poética -según Héctor- que no consiste en hacer algo totalmente diferente sino en evolucionar el lenguaje propio de cada quien.
Proyecto: El Salvador, una historia de contrastes.
Video de la presentación del proyecto académico realizado durante el taller.
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