Cuando Eileen Gray ideó la E.1027 (1927) para complacer a su hermana que acostumbraba comer en la cama, la concibió con lo necesario, ni más ni menos. Nunca se imaginó que alguien escribiría sobre la infinidad de posibilidades superfluas que podrían haber sobre una mesa auxiliar, abusando del actual enfoque hacia el tratamiento interior y de la ingenuidad con la que el mercado maneja este tema, con tal de que el público consuma productos relacionados.
Como arquitecto pertenezco a ese público que consume este tipo de productos, veo una revista con una portada que exhibe muebles, tonos y texturas con cierta composición y desde luego llama mi atención, pero esta semana leí un artículo cuyo título fue objeto de mi cuestionamiento: "La importancia de las mesas laterales". En el escrito no se toca al menos el origen de las mesas, no dice que históricamente se sabe que servían para comer o escribir (Guiza y Pompeya), asume que el lector sabe qué es una mesa lateral y por consiguiente no se toma la molestia de definirla, curiosamente hace referencia a la consola como si también fuese una mesa lateral y finalmente reduce su importancia a la valoración estética, como la colocación de ornamentos florales o jarrones simplemente para "dar otro toque". Mi cuestonamiento es: ¿qué tanto público está verdaderamente preocupado por una mesa lateral?
Por definición, se le conoce como mesa lateral (side table) a la mesa que se acostumbra ubicar en los costados de la estancia a un lado de sillas, sofás o sillones, fundamentalmente lo que la hace diferente a la mesa de centro (coffee table) o a la mesa de comedor (dining table) es su altura que puede oscilar entre los 55 y los 65 cms, el objetivo es la colocación de objetos de uso complementario en la estancia o bien bebidas o comidas eventuales, por lo tanto deben ser de fácil alcance desde el usuario sentado al lado. Es evidente que por su carácter complementario, las mesas laterales no son imprescindibles, su uso aunque positivo, puede en un momento volverse superfluo si se sacrifica la capacidad de una estancia. En un espacio destinado a la convivencia es más importante la cantidad y comodidad de las personas y por consiguiente la superficialidad con la que puede hablarse de la mesa lateral se justifica en la medida en que se comprende que su valor está en el carácter complementario, entendiéndose que no representa una prioridad al momento de amueblar.
Al finalizar la lectura del artículo en cuestión observé que está escrito en la página izquierda, que en algunas partes hace referencia a las imágenes colocadas en la página derecha y al ver la página derecha noté fotografías de mesas, abajo de las cuales se ha escrito una breve descripción y la tienda que tiene disponible el producto. Puedo entender perfectamente que son estas tiendas las patrocinadoras de la revista, y me parece excelente, lo que objeto es el alejamiento de la realidad que vive El Salvador. Se trata de una revista que llega gratis a los suscriptores de La Prensa Gráfica, uno de los periódicos de mayor circulación y con contenidos como este, se crean aspiraciones sobre realidades falsas; no pretendo desmerecer de ninguna manera los deseos individuales, pero insisto en que si se escribirá un artículo para comercializar productos, que sea sobre bases conceptuales sólidas que eduquen a la población. En muchas ocasiones he escuchado que El Salvador carece de identidad sin embargo algunos de los que podrían contribuir a generarla, posicionan valores que en su mayoría son foráneos y que lejos de producir cultura, crean sensaciones falsas de bienestar. Como ocurre con los celulares de última generación, los televisores de pantalla plana, las tablets, etcétera, etcétera.
Insisto, no es que no tenga importancia la mesa lateral, la tiene sobre la base de un concepto que en este caso es la reunión, la convivencia humana; no está en la forma en que se va a decorar si no en el uso que esta tiene dentro del contexto. Si los artículos sobre diseño de interiores tuvieran más elementos de juicio y menos de comercio de productos, tendríamos consecuentemente espacios mejor aprovechados, menos muebles desechados en el corto plazo y posiblemente mejores consumidores.
Nota: la imagen de esta entrada pertenece a ClassiCon, fabricante autorizado de la E.1027 http://www.classicon.com/