30/3/15

La verdadera importancia de la mesa lateral

Cuando Eileen Gray ideó la E.1027 (1927) para complacer a su hermana que acostumbraba comer en la cama, la concibió con lo necesario, ni más ni menos. Nunca se imaginó que alguien escribiría sobre la infinidad de posibilidades superfluas que podrían haber sobre una mesa auxiliar, abusando del actual enfoque hacia el tratamiento interior y de la ingenuidad con la que el mercado maneja este tema, con tal de que el público consuma productos relacionados.


Como arquitecto pertenezco a ese público que consume este tipo de productos, veo una revista con una portada que exhibe muebles, tonos y texturas con cierta composición y desde luego llama mi atención, pero esta semana leí un artículo cuyo título fue objeto de mi cuestionamiento: "La importancia de las mesas laterales". En el escrito no se toca al menos el origen de las mesas, no dice que históricamente se sabe que servían para comer o escribir (Guiza y Pompeya), asume que el lector sabe qué es una mesa lateral y por consiguiente no se toma la molestia de definirla, curiosamente hace referencia a la consola como si también fuese una mesa lateral y finalmente reduce su importancia a la valoración estética, como la colocación de ornamentos florales o jarrones simplemente para "dar otro toque". Mi cuestonamiento es: ¿qué tanto público está verdaderamente preocupado por una mesa lateral?

Por definición, se le conoce como mesa lateral (side table) a la mesa que se acostumbra ubicar en los costados de la estancia a un lado de sillas, sofás o sillones, fundamentalmente lo que la hace diferente a la mesa de centro (coffee table) o a la mesa de comedor (dining table) es su altura que puede oscilar entre los 55 y los 65 cms, el objetivo es la colocación de objetos de uso complementario en la estancia o bien bebidas o comidas eventuales, por lo tanto deben ser de fácil alcance desde el usuario sentado al lado. Es evidente que por su carácter complementario, las mesas laterales  no son imprescindibles, su uso aunque positivo, puede en un momento volverse superfluo si se sacrifica la capacidad de una estancia. En un espacio destinado a la convivencia es más importante la cantidad y comodidad de las personas y por consiguiente la superficialidad con la que puede hablarse de la mesa lateral se justifica en la medida en que se comprende que su valor está en el carácter complementario, entendiéndose que no representa una prioridad al momento de amueblar.

Al finalizar la lectura del artículo en cuestión observé que está escrito en la página izquierda, que en algunas partes hace referencia a las imágenes colocadas en la página derecha y al ver la página derecha noté fotografías de mesas, abajo de las cuales se ha escrito una breve descripción y la tienda que tiene disponible el producto. Puedo entender perfectamente que son estas tiendas las patrocinadoras de la revista, y me parece excelente, lo que objeto es el alejamiento de la realidad que vive El Salvador. Se trata de una revista que llega gratis a los suscriptores de La Prensa Gráfica, uno de los periódicos de mayor circulación y con contenidos como este, se crean aspiraciones sobre realidades falsas; no pretendo desmerecer de ninguna manera los deseos individuales, pero insisto en que si se escribirá un artículo para comercializar productos, que sea sobre bases conceptuales sólidas que eduquen a la población. En muchas ocasiones he escuchado que El Salvador carece de identidad sin embargo algunos de los que podrían contribuir a generarla, posicionan valores que en su mayoría son foráneos y que lejos de producir cultura, crean sensaciones falsas de bienestar. Como ocurre con los celulares de última generación, los televisores de pantalla plana, las tablets, etcétera, etcétera.

Insisto, no es que no tenga importancia la mesa lateral, la tiene sobre la base de un concepto que en este caso es la reunión, la convivencia humana; no está en la forma en que se va a decorar si no en el uso que esta tiene dentro del contexto. Si los artículos sobre diseño de interiores tuvieran más elementos de juicio y menos de comercio de productos, tendríamos consecuentemente espacios mejor aprovechados, menos muebles desechados en el corto plazo y posiblemente mejores consumidores.

Nota: la imagen de esta entrada pertenece a ClassiCon, fabricante autorizado de la E.1027 http://www.classicon.com/

4/3/15

Dialéctica: algo bueno del TSE


Mientras el Tribunal Supremo Electoral (TSE) aun no ha reportado ningún tipo de resultados tras las elecciones del pasado domingo en El Salvador, presuntos ganadores y presuntos perdedores han anunciado sus propios resultados, en medio de la coyuntura sobre la eficacia del proceso en manos de este Tribunal. Algunos sorprendentemente se proclaman ganadores sin mucha altanería y hasta cierto grado de humildad, otros se aceptan perdedores con bastante cordialidad y a veces hasta con el reconocimiento hacia el proclamado triunfador. Posiblemente esta supuesta ineficacia del TSE sea el telón de fondo que se necesita en El Salvador para que funcione la dialéctica política y que intereses que históricamente han estado contrapuestos finalmente puedan encontrar una vía (o varias) por la cual ambos aporten a la evolución de nuestra sociedad. Eso sería realmente "corregir el rumbo de El Salvador".

En el sentido más general, dialéctica es el "arte de argumentar, dialogar y discutir" en el entendido de que a través de la discusión basada en argumentos se obtiene el conocimiento, justo a lo que algunos abogados en la actualidad se refieren con el término "diálogo". Más allá del diálogo, la dialéctica supone una necesaria relación entre los opuestos, en donde la existencia de uno supone la crítica del otro y viceversa, quiere decir que la no existencia de uno supone la aceptación dogmática del otro, sin cuestionamiento alguno, también viceversa. Para Platón, la dialéctica es una actividad básica para el conocimiento pues implica el ejercicio de la razón y por lo tanto no acepta ningún tipo de argumento basado en las percepciones (sensaciones) sino más bien se trata de conocimiento estricto, fundamentado y universal; la dialéctica según Platón aspira al conocimiento de la idea del bien como fundamento de la realidad y por lo tanto tiene como objetivo llegar a hacer el bien.

Para Hegel, la dialéctica es una forma de comprender la realidad, pues supone una constante contradicción de momentos que posibilitan la dinamicidad de lo real. Hegel establece que, por el carácter dialéctico de la realidad, esta no es estática ni determinada sino que es cambiante y transformada por la contradicción, lo que significa que la realidad puede ser comprendida solo en relación con su oposición. En un primer momento se plantea una tesis que puede ser un concepto, una afirmación, una circunstancia o un objeto tangible, un segundo momento llamado antítesis es la negación del primer momento, al ser una contradicción es motor de la dialética y por lo tanto dinamiza la realidad, posibilita el cuestionamiento y la razón, por último surge una síntesis en donde se extraen los aspectos positivos de cada uno de los momentos anteriores, permitiendo así la evolución de la realidad. Inmediatamente esta síntesis se convierte en la tesis de los momentos siguientes manteniendo una constante dinámica.

La dialéctica política a la que hago mención no es más que un apellido para la dialéctica, pero se enfoca en la discusión de ideas políticas argumentadas bajo el conocimiento estricto y no con posiciones dogmáticas como se ha visto antes en la Asamblea Legislativa, por lo tanto veo una posibilidad en el futuro político salvadoreño, en el momento en que se estrenarán los concejos municipales plurales y ya algunos de los autoproclamados perdedores dijeron que se integrarán de esta manera a los nuevos concejos. Es necesario entender que la dialéctica es necesaria, es básico que opositores dialoguen, pero deben hacer a un lado las ideas o intereses personales pues bajo ninguna circunstancia tienen un argumento político, al no haber un argumento, por el carácter dialéctico de la realidad, debería quedar inmediatamente descartado siendo la razón la que prevalece. Esto no es de partidos políticos, ni de conservadores o liberales, es de tener capacidad política, capacidad de diálogo y de argumentar en beneficio del bien común.

Nota: la imagen de esta entrada no pertenece al autor de este blog.