Esta semana me dí la tarea de visitar la exposición de "Retratos Imaginarios", así como escuchar la conferencia de la Dra. María Dolores G. Torres acerca de la obra del famoso Picasso. La corta pero sustancial conferencia era un viajecito por las principales pinturas del artista haciendo reflexiones sobre sí misma y el contexto en donde estaban inmersas; Picasso dominaba perfectamente la técnica y desde los 20 años conseguía retratos de una calidad casi fotográfica (hay que recordar que se trata de finales del siglo XIX y por lo tanto no existía la cámara fotográfica), sin embargo el artista no conformándose con el realismo de la época comenzó a deformar los rostros inspirándose en el arte de las máscaras africanas, sin discriminar, el tipo valoró la creatividad de esta cultura. A partir de este momento Picasso dió un giro a sus pinturas deformando la realidad a veces de maneras sumamente grotescas y dramáticas, muchos rostros inspirados en sus mujeres eran situaciones de dolor y sufrimiento que él mismo provocaba para pintar, finalmente la polémica expresión de Picasso le había generado una fama tal que solo su firma era considerada una obra de arte. "Retratos Imaginarios" es una colección del final de la vida de Picasso en donde se expresa una total deformación de la realidad en una manera burlona; a mi manera de ver el tipo había hecho una carrera fabulosa y su producto era tan provechoso que al final de sus días solo se quería divertir, era un comunista emotivo (no ideológico) y jamás vivió como comunista, lo material no era un problema para él y por lo tanto su pintura era prácticamente una burla hacía la sociedad de la época, destacaba en los rostros los rasgos de la burguesía exagerándolos a una escala completamente ridícula y destacando el contraste de colores y formas de una manera definitivamente divertida.
En la inauguración de la exposición de Picasso no pude evitar una y otra vez reirme de los cuadros, simplemente me parecieron graciosos y aún más gracioso el contexto en que estaban expuestos frente a un público que dice apreciar el arte, todos con un ojo serio y crítico tratando de comprender las diferentes composiciones. No hay nada que comprender, solo se trata de buen humor y reirse un poco con Picasso.
Nota: la imagen de esta entrada no pertenece al autor de este blog.
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