El día de hoy, la campaña #YoMeVistoDeBlanco se manifiesta como una expresión pacífica generalizada de los salvadoreños que de una u otra forma están en descontento con el trabajo de los funcionarios del gobierno, en esa línea, no se habla de un descontento con izquierda, centro o derecha sino un verdadero descontento político hacía el estado. La "política" que tanto escuchamos cotidianamente ha conseguido una connotación tan negativa que hasta es utilizada como excusa para errores políticos, como cuando decimos "Político tenía que ser" o "Así de chueca es la política". Últimamente al referirnos a la política, hablamos en un sentido peyorativo, ahora con este descontento generalizado y crítico hacía el cinismo en las acciones políticas del gobierno.
La palabra política proviene del latín “politicus” y esta del griego “πολιτικός” (“politikós”), que significa “de los ciudadanos” o “del Estado”, siendo entonces “πόλις” (“pólis”) la que significa “ciudad” pero también “Estado”, de ahí salen palabras como "policía" o "cosmopolita". El equivalente latino a "polis" sería "civitas" de donde sale exactamente la palabra actual ciudad, así como "civils" sería a "politikós" de donde sale el adjetivo civil. La grecia antigua era una unidad estatal de carácter democrático por lo que, todos los asuntos del Estado eran asuntos de todos los ciudadanos, es decir, de los habitantes de la ciudad con poder civil. Posteriormente los griegos llamaron “politikoí” a los temas colectivos de ciudad, en oposición a aquellos personales o de intereses privados de los ciudadanos llamados “ἰδιωτικός” (“idiotikós”) o “privados”. Más adelante los que no se preocupaban por los temas de la “pólis” se les llamaron “ἰδιώτες” (“idiotes”), que significaba “ciudadanos privados” pero luego derivó en “incultos” o “no conscientes de las artes”, terminando siglos más tarde en nuestra palabra actual “idiota”.Es de mencionar muy enfáticamente que este descontento político no debe generalizarse pues no se trata de que la totalidad de los "políticos" esté trabajando mal en sus funciones estatales, sin embargo es sumamente evidente y de la luz pública que existe una gran parte de estos que han olvidado el verdadero sentido del quehacer político. Platón en su filosofía destacaba que "la política es el supremo fin del hombre" llamando a la "polis ideal" aquella en que los hombres eran felices. La responsabilidad de aquellos que manejan el estado es procurar dicha felicidad a través de la política, es decir que su función está vinculada a la totalidad de los ciudadanos y no a sus intereses privados o personales. Es muy probable que el error se encuentre en la selección y propuesta de seres cuya prioridad son los intereses privados, llamados "idiotas" por su especial carácter individualista y que por ahora parecen ser mayoría en el aparato estatal salvadoreño, pero hay contados nombres de verdaderos políticos (muchos aun no reconocidos) que hacen o quieren verdaderamente tratar con responsabilidad los temas de ciudad. Por eso este día tenemos que exigir MÁS POLÍTICOS Y MENOS IDIOTAS.